La gran tecnología busca soluciones energéticas en medio del auge de la inteligencia artificial.

En una época en la que la dominancia de la inteligencia artificial (IA) es cada vez más evidente, Silicon Valley se enfrenta a un desafío crítico: la necesidad apremiante de suministros energéticos masivos para alimentar la próxima generación de centros de supercomputación. El CEO de Meta, Mark Zuckerberg, ha realizado inversiones significativas en chips de IA de Nvidia, subrayando las crecientes preocupaciones de la industria sobre la energía. Según Zuckerberg, ejecutar estos chips a plena capacidad requeriría tanta electricidad como la generada por una planta nuclear.

La carrera de alto riesgo por la energía está atrayendo a los gigantes tecnológicos del mundo hacia soluciones nucleares. Los inversores de capital riesgo, observando el potencial sin explotar, ahora están apoyando la energía nuclear como la columna vertebral prospectiva para sostener el auge de la IA. El inversionista tecnológico Marc Andreessen ve la energía nuclear como indispensable para el futuro de la IA, refiriéndose a ella como una ‘bala de plata’.

Una ola de pesos pesados tecnológicos, incluidos Elon Musk, Bill Gates y Jeff Bezos, ha expresado su apoyo a los avances en energía nuclear, contribuyendo a diversas startups que van desde reactores modulares pequeños hasta tecnología de fusión. El CEO de OpenAI, Sam Altman, uno de los cerebros detrás de ChatGPT, no solo es partidario de la energía nuclear, sino que también es inversor en startups nucleares pioneras como Oklo y Helion.

Se ha producido un reciente movimiento de la industria que indica un cambio hacia la energía nuclear para los centros de datos ávidos de energía. Por ejemplo, Microsoft ha asegurado un acuerdo de compra de energía de la planta de fusión de Helion, programada para comenzar en 2028, mientras que Amazon adquirió un centro de datos alimentado por energía nuclear en Pensilvania. Mientras tanto, el laboratorio de IA de Google, DeepMind, está explorando la IA para mejorar las reacciones de fusión nuclear.

Last Energy, con sede en Washington DC, informa que las compañías de centros de datos representan ahora la mitad de sus pedidos, frente a un cuarto en los últimos años, subrayando el cambio del sector tecnológico hacia la energía nuclear. La Agencia Internacional de Energía proyecta que para 2026, el consumo de energía de los centros de datos y la IA podría duplicarse, con una sola interacción con ChatGPT equivalente a la energía utilizada por 15 búsquedas en Google. A pesar de las inversiones en fuentes de energía renovable como la eólica y la solar, su naturaleza intermitente puede no satisfacer perfectamente las demandas las 24 horas de los centros de datos, dejando la energía nuclear como una alternativa consistente y confiable.

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