Elon Musk se retira silenciosamente de la demanda contra OpenAI

Elon Musk, el visionario empresario detrás de compañías como SpaceX y Tesla, recientemente retiró su demanda contra OpenAI, un laboratorio de investigación de inteligencia artificial en el que había invertido previamente. Inicialmente, Musk contribuyó con $44 millones con la expectativa de que OpenAI priorizara objetivos humanitarios en el desarrollo de la tecnología de inteligencia artificial.

La alianza de Musk con OpenAI surgió de una aspiración compartida de cultivar una inteligencia artificial que pudiera mejorar el bienestar social mientras se adhiere a estándares éticos. Sin embargo, cuando Microsoft se convirtió en un importante inversor en OpenAI, Musk creyó que la trayectoria de la organización sin fines de lucro se alejaba de sus nobles raíces para centrarse en objetivos de lucro corporativos, específicamente las aspiraciones de la gigante tecnológica.

Entre las principales preocupaciones expresadas en la demanda estaba el desarrollo de la Inteligencia Artificial General Avanzada (AGI), una forma de inteligencia artificial que podría potencialmente superar la inteligencia humana. Los abogados de Musk citaron las capacidades del ChatGPT-4 de OpenAI como posiblemente poseyendo atributos de AGI, generando alarmas dado el acuerdo exclusivo entre OpenAI y Microsoft que impide a este último acceder a la tecnología AGI.

La indignación se desbordó cuando Apple anunció en la WWDC que incorporaría ChatGPT en Apple Intelligence, llevando a Musk a expresar su desaprobación y considerar prohibir el uso de dispositivos Apple en sus compañías debido a presuntas violaciones de seguridad.

La presión de Musk por una aclaración legal sobre el cumplimiento por parte de OpenAI de las promesas iniciales a los inversionistas se vio obstaculizada cuando no pudo presentar evidencia tangible de dichos acuerdos. Sin la carga de la prueba, los cimientos de la demanda eran endebles. En consecuencia, Musk se ha retirado de la batalla legal sin más explicaciones; sin embargo, con la demanda desestimada, la disputa sigue sin resolverse. Es plausible que Musk esté reagrupando, con el objetivo de regresar al tribunal con evidencia más sólida, pero por ahora, el asunto permanece así, con el futuro de esta disputa siendo incierto.

Elon Musk, reconocido por sus iniciativas como SpaceX y Tesla, se ha distanciado de su enfrentamiento legal con OpenAI, una organización de investigación de inteligencia artificial que él solía respaldar financieramente. A pesar de su inversión original de $44 millones, basada en la premisa de que la empresa mantendría un enfoque humanitario, Musk se desilusionó cuando la fuerte inversión de Microsoft aparentemente modificó el rumbo de OpenAI hacia uno que favorecía objetivos comerciales.

La demanda puso de relieve las preocupaciones de Musk sobre la trayectoria de la investigación de inteligencia artificial y su alineación con metas éticas y benévolas. Acuerdos cerrados como el de OpenAI y Microsoft suscitaron temores, especialmente a medida que tecnologías como ChatGPT-4 insinuaban aproximarse a la AGI —un nivel de sofisticación de inteligencia artificial que podría eclipsar la intelectualidad humana.

La crítica de Musk se extendió a integraciones tecnológicas, como el anuncio de Apple en la WWDC sobre la participación de ChatGPT en Apple Intelligence, suscitando preocupaciones de seguridad, dada la rigidez de los acuerdos en cuanto a la AGI.

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