El uso de datos de clientes por parte de Slack para el desarrollo de IA suscita preocupaciones sobre la privacidad

Comunicarse de manera segura en el mundo corporativo ha tomado un giro complejo con la revelación de que la popular aplicación de mensajería Slack ha estado silenciosamente desviando datos para el entrenamiento de inteligencia artificial. A pesar de la omnipresencia del bombo publicitario de la inteligencia artificial, persisten preguntas sobre los métodos éticos de entrenamiento de estos algoritmos, especialmente cuando implica el uso no autorizado de contenido propietario.

Artistas y escritores expresan su descontento por el hecho de que sus trabajos creativos y estilos sean apropiados sin permiso para el avance de la tecnología de inteligencia artificial. De manera similar, las corporaciones naturalmente se preocupan por la posibilidad de que sus comunicaciones internas y datos compartidos, incluidos secretos comerciales potenciales, sean utilizados para el entrenamiento de sistemas de inteligencia artificial.

Según informes de Techspot, Slack ha otorgado a sus algoritmos acceso a mensajes de usuarios, archivos compartidos y otros datos generales sin obtener el consentimiento de sus usuarios o informarles de antemano. La creciente dependencia de Slack para la eficiencia en el trabajo ha llevado inadvertidamente a la exposición de información sensible.

Corey Quinn, líder de Duckbill Group, levantó alarmas públicamente en la plataforma X.com después de notar que la política de privacidad de Slack se había actualizado discretamente para reflejar la recopilación y análisis de datos de clientes para el desarrollo de modelos de inteligencia artificial, que abarcaba mensajes, contenido, archivos y otra información del usuario.

Slack confirmó rápidamente que efectivamente emplea datos de clientes en el entrenamiento de inteligencia artificial, pero aseguró a los usuarios que estos datos no se utilizan para desarrollar sistemas de inteligencia artificial premium, que supuestamente son independientes de los datos de los clientes. Sin embargo, el mensaje confuso entre la propiedad de los datos por parte del usuario y su utilización para el desarrollo de inteligencia artificial ha generado desconfianza entre los usuarios. Muchos argumentan que Slack debería haber comunicado explícitamente tales prácticas.

Además, se asume por defecto el consentimiento para la recopilación de datos, y el proceso para revocarlo es arduo; los usuarios individuales no pueden optar por no participar por sí mismos. Solo los administradores de la organización pueden solicitar el cese de la recolección de datos mediante un correo electrónico con una línea de asunto específica, lo que agrega otra capa de complejidad a la privacidad de los datos.

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