A medida que nos acercamos a un año desde la explosión de la inteligencia artificial, vale la pena reflexionar sobre su potencial para revolucionar industrias, de manera similar a como lo hizo la infame «manía de los tulipanes» durante la Edad de Oro holandesa. Sin embargo, la pregunta persiste: ¿las tecnologías basadas en inteligencia artificial, como ChatGPT, reemplazarán por completo a los trabajadores humanos o simplemente mejorarán sus empleos?
Aunque los debates continúan sobre el impacto de la inteligencia artificial en la fuerza laboral, algo está volviéndose claro: los gerentes están comenzando a ver estas innovaciones como herramientas para reemplazar o agilizar ciertas tareas realizadas por trabajadores marginados.
IBM, por ejemplo, ha experimentado un aumento del 17% en sus acciones este año, parcialmente impulsado por la adopción de la inteligencia artificial por parte de la empresa. El CEO de IBM, Arvind Krishna, ha reconocido abiertamente que la inteligencia artificial puede reemplazar parcial o completamente puestos de trabajo dentro de la organización. De hecho, Krishna reveló que la IA había ayudado a reducir el número de empleados que trabajan en tareas manuales de recursos humanos de 700 a solo 50, permitiendo a la empresa centrarse en otros objetivos.
Sin embargo, la postura de Krishna sobre el tema parece un tanto mixta. Inicialmente, sugirió que ciertos roles serían reemplazados por la IA, solo para más tarde afirmar que la inteligencia artificial crearía más empleos de los que eliminaría. Por lo tanto, el veredicto final sobre cómo los encargados de tomar decisiones abrazarán e implementarán las tecnologías de inteligencia artificial sigue siendo incierto.
No obstante, una encuesta reciente de 3,000 gerentes realizada por beautiful.ai revela que muchos líderes están considerando seguir el ejemplo de IBM. Un asombroso 41% de los gerentes encuestados expresaron su deseo de reemplazar trabajadores con productos de IA rentables este año, señalando un cambio potencial que podría remodelar la fuerza laboral.
Este creciente interés en la automatización con IA surge en medio de una ola de insatisfacción y precariedad laboral. Encuestas recientes indican que la moral de los empleados está en su nivel más bajo, con muchas personas perdiendo la fe en sus profesiones en medio de la pandemia en curso. El crecimiento de los ingresos, aunque supera la inflación, no ha tenido eco en los hogares afectados por años de volatilidad económica. La afiliación a sindicatos sigue en mínimos históricos, a pesar de los recientes aumentos en popularidad, y las huelgas y acciones laborales han aumentado un 280% en el último año.
Paradójicamente, mientras los trabajadores luchan por mejores salarios y seguridad laboral, algunos gerentes están cada vez más inclinados a considerar herramientas de IA en lugar de aumentos salariales. La encuesta encontró que casi la mitad de los gerentes (48%) creen que sus empresas se beneficiarían reemplazando porciones significativas de su fuerza laboral con soluciones impulsadas por la IA. Además, el 45% ve estas innovaciones como una oportunidad para disminuir los salarios de los empleados debido a una menor dependencia del trabajo manual.
Uno podría preguntarse si los gerentes están recurriendo a la ciencia ficción o simplemente son espectadores atrapados en la ola de la IA. En 2023, cuando la IA ganó impulso, había una paranoia generalizada sobre el posible impacto que podría tener en la civilización. Sin embargo, a medida que el tiempo avanzaba, surgieron nuevas teorías que sugerían que la IA no reemplazaría completamente a los trabajadores humanos, sino que mejorarían sus habilidades. El nivel de vulnerabilidad laboral podría depender de varios factores como el sector, la antigüedad y la ubicación geográfica. Curiosamente, un número significativo de empleados expresaron el deseo de recibir capacitación en IA para comprender mejor la tecnología que les preocupa.
Opiniones divergentes sobre el futuro del trabajo se pueden presenciar entre influyentes escritores económicos. Sus puntos de vista van desde el optimismo con respecto a empleos bien remunerados en un mundo impulsado por la IA hasta advertencias sobre impactos negativos concentrados geográfica y demográficamente. Estos debates refuerzan las incertidumbres en torno a las verdaderas implicaciones de la IA en la fuerza laboral.
A medida que los inversores vierten miles de millones en IA, comparándola con el auge del mercado de valores de los años 90, voces cautelosas nos instan a evitar suposiciones prematuras sobre la inevitabilidad de que la IA transforme radicalmente nuestras vidas y trabajos. Rana Foroohar del Financial Times argumenta que aún estamos en las primeras etapas de la innovación de la IA, y su verdadero impacto se desplegará a lo largo de las décadas. También advierte sobre la posibilidad de una burbuja de IA que podría estallar en un futuro cercano.
En este territorio inexplorado, es posible que los gerentes no posean el nivel de influencia de IA que creen tener para sofocar posibles revueltas de los trabajadores. Además, aunque pueden estar protegidos en cierta medida debido a sus funciones de toma de decisiones, los gerentes no son inmunes a las amenazas que plantea la IA. Un porcentaje considerable (48%) cree que las herramientas de IA pondrán en peligro sus salarios, lo que podría llevar a una disminución de los salarios en toda la fuerza laboral. Además, el 50% expresó preocupaciones sobre posibles reducciones salariales específicamente relacionadas con sus cargos gerenciales.
Contrariamente a la creencia popular, la mayoría de los gerentes no buscan reemplazar a toda su fuerza laboral con robots. En cambio, el 66% de los gerentes están interesados en utilizar herramientas de IA para mejorar la productividad de sus empleados. Solo una pequeña fracción (12%) tiene la intención de automatizar por completo su fuerza laboral.
Sin duda, la inteligencia artificial sigue siendo un tema de fascinación y preocupación. Si bien su potencial para perturbar y transformar diversas industrias no puede negarse, el verdadero impacto en los empleos y los trabajadores sigue siendo incierto. A medida que nos adentramos en un futuro impulsado por la IA, es esencial reflexionar sobre el equilibrio entre la innovación y el elemento humano que define la fuerza laboral.
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