China ha intentado influir en las elecciones presidenciales de Taiwán a través de amenazas militares y campañas de desinformación, pero sus esfuerzos han resultado ineficaces. El candidato del gobernante Partido Democrático Progresista, Lai Ching-te, logró una gran victoria al derrotar a su rival Hou Yu-ih del Kuomintang (KMT), a pesar del posible apoyo de Beijing a este último.
Los grupos de la sociedad civil y el gobierno de Taiwán han implementado diversas medidas para combatir la interferencia extranjera y la desinformación, como el establecimiento del Centro de Hechos de Taiwán y el desarrollo de aplicaciones de verificación de hechos y herramientas de inteligencia artificial. Además, el gobierno ha promulgado leyes y creado un grupo de trabajo para monitorear y contrarrestar la manipulación de la información.
Además, la unidad entre todos los actores políticos en Taiwán en su compromiso con la democracia inclusiva y el statu quo ha ayudado a proteger la democracia de la isla. Los tres candidatos presidenciales han destacado la importancia de continuar con las políticas de defensa y diplomacia de la saliente presidenta Tsai Ing-wen.
La influencia de China sobre las elecciones de Taiwán se ve debilitada aún más por la dedicación de la isla a un enfoque asimétrico para fortalecer sus capacidades de defensa.
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