El surgimiento de la resurrección digital: la inteligencia artificial trae de vuelta a la vida las voces de los fallecidos

Un campo en crecimiento de la inteligencia artificial se está abriendo camino en lo que se ha denominado «resurrección digital», un proceso que devuelve la voz de los difuntos a la vida. Este nuevo uso de la tecnología sigue a los avances de la IA, como el lanzamiento de chatGPT a finales de 2022.

Abrazando las voces del pasado, esta tecnología ha sido utilizada para crear chatbots que emulan la voz hablada de personas fallecidas, incluso participando en conversaciones con cierto grado de conciencia. Notablemente, un grupo de personas en el programa de televisión español «El Hormiguero» experimentó interacciones en tiempo real con voces recreadas digitalmente de sus seres queridos fallecidos, provocando una cascada de lágrimas, risas y asombro al conectar con los ecos del pasado.

¿Qué es la resurrección digital? La tecnología detrás de esto es similar a los deepfakes, que se han utilizado para impersonaciones durante campañas políticas o para difundir desinformación. Sin embargo, la resurrección digital utiliza la IA para lograr una experiencia personal conmovedora. Empresas en Estados Unidos y China están impulsando este mercado, proyectado a valer asombrosos $6 mil millones para 2025.

Crear conversaciones desde el más allá se ha vuelto posible de dos maneras principales. La IA puede ser entrenada con solo un fragmento de voz o con audio grabado extenso, como lo demostró Ander González Dosacal de la empresa española Vicomtech, quien logró recrear la voz del dictador español Francisco Franco con fines de investigación basándose en solo seis horas de sus discursos.

Considerando implicaciones éticas, el debate central en la resurrección digital gira en torno a la moralidad y legalidad de replicar la voz de una persona fallecida para interacción artificial. Académicos y éticos, como Damián Tuset, advierten sobre posibles repercusiones psicológicas, como crear falsos recuerdos o obstaculizar el proceso de duelo.

En esencia, la práctica enciende un discurso complejo sobre los límites de utilizar la IA para simular la presencia humana post mortem y si honra o infringe la memoria y dignidad de los fallecidos. Considerando la identidad y voz personal como datos personales únicos, las preguntas sobre el consentimiento y el respeto son fundamentales en esta discusión sobre el futuro de nuestras interacciones con los difuntos.

The source of the article is from the blog publicsectortravel.org.uk

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