Tecnología de Inteligencia Artificial y Deepfakes en la Política: Equilibrando la Regulación y la Innovación

El uso de la inteligencia artificial (IA) y la tecnología deepfake en campañas políticas ha generado preocupaciones sobre la propagación de desinformación y su impacto en la integridad electoral. En respuesta a esta creciente amenaza, los legisladores están considerando proyectos de ley para regular el uso de deepfakes no revelados en contextos políticos.

La Representante Estatal Trisha La Chica ha presentado el Proyecto de Ley 1766 de la Cámara, que propone estrictos requisitos de divulgación para deepfakes engañosos y fraudulentos de candidatos o partidos políticos. El objetivo es salvaguardar la integridad de las elecciones, especialmente en este crucial año presidencial. Legislación similar ya ha sido promulgada en varios estados, incluidos California, Michigan, Minnesota, Texas, Washington y Wisconsin, como medio para evitar la propagación de desinformación a través de deepfakes políticos.

Si bien el proyecto de ley de La Chica no prohíbe explícitamente el uso de IA o deepfakes, enfatiza la importancia de la transparencia y la divulgación. El proyecto de ley define los deepfakes como medios alterados que tergiversan a individuos haciéndolos aparecer diciendo algo que nunca dijeron. El Comité de Asuntos Jurídicos y Hawaianos de la Cámara ha recomendado la aprobación de este proyecto de ley con enmiendas.

Otros proyectos de ley introducidos en esta sesión legislativa, como el Proyecto de Ley 2687 del Senado, buscan restringir la distribución de información falsificada a través de deepfakes para proteger la integridad de las elecciones locales. El Senador Karl Rhoads, quien introdujo tanto el SB 2687 como el SB 2396 (proyecto de ley complementario al HB 1766), considera estas medidas como pasos iniciales cruciales para abordar los desafíos planteados por las tecnologías emergentes.

Sin embargo, algunos críticos argumentan que los proyectos de ley actuales pueden ser excesivamente específicos e innecesarios. Ryan Ozawa, editor de tecnología emergente en Decrypt, sugiere que hacerse pasar por otra persona ya es un delito, independientemente de la herramienta utilizada. Ozawa compara la legislación con hacer ilegal apuñalar a alguien en el ojo con un tenedor, cuestionando la necesidad de tanta especificidad. En su lugar, sugiere centrarse en el daño subyacente causado por la acción.

A pesar de las preocupaciones y los debates en curso, no se han reportado casos de deepfakes generados por IA que hayan impactado significativamente las elecciones o se hayan difundido ampliamente en Hawái. No obstante, expertos como Colin Moore, profesor asociado en la Universidad de Hawái Manoa, reconocen el poder y el peligro potencial de la tecnología deepfake en la política.

Aunque estos proyectos de ley pueden enfrentar críticas por su especificidad, reflejan una necesidad más amplia de regular y equilibrar el uso de IA y deepfakes en contextos políticos. A medida que la tecnología continúa evolucionando, los legisladores deben encontrar la manera de garantizar la integridad electoral sin coartar la innovación en el campo de la IA. Es un equilibrio delicado que requiere consideración cuidadosa y adaptación constante para abordar los desafíos planteados por las nuevas y poderosas herramientas de comunicación.

The source of the article is from the blog regiozottegem.be

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